La diarrea en gatos es uno de los signos de enfermedad que se observan con más frecuencia en la clínica veterinaria y puede ser causada por varios agentes, tanto ambientales como internos, desde un cambio brusco en la dieta, parasitosis intestinal (enfermedad ocasionada por varios o diversos parásitos) hasta una infección viral, la cual podrá desencadenar procesos agudos a crónicos, que son más difíciles de controlar. En gatos jóvenes la mayoría de las veces la causa de la diarrea puede estar asociada a la dieta.
Una diarrea que es ocasional (horas), de no más de un día, no es motivo de preocupación, pero si es persistente (más de un día) lo aconsejable es que lleve a su gato donde el médico veterinario de confianza.
En caso de que el gato presente diarrea persistente es muy importante realizar un análisis rápido y eficaz, apoyado por los exámenes de laboratorio propios para identificar la causa que está generando la enfermedad, y en este tipo de casos se aconseja realizar el coprológico y el cuadro hemático, con cuyos resultados podremos identificar si es ocasionada por parásitos, bacterias, virus, etc., orientando el diagnóstico definitivo. De esta manera se podrá descartar el agente o agentes implicados y podremos instaurar el tratamiento adecuado.
Cabe recordar que las heces de los gatos son de color café o marrón y si se observan alteraciones en el tono como, por ejemplo, un aclaramiento, puede estar siendo producido por un desequilibrio de la flora bacteriana por la cantidad de bilis o colorantes de los alimentos. Otro aspecto para tener en cuenta es su consistencia, ya que las heces deben ser bien formadas y compactas. En la fase inicial de la enfermedad se tornarán blandas y pierden la forma, lo que dependerá de su contenido en agua. Cuando la enfermedad avanza se observará un cambio más drástico, acuoso, a veces presentando sangre, moco o pus, que evidenciarán una inflamación en algún lugar del tracto intestinal; el olor es importantísimo, es fétido, casi intolerable al olfato humano.
LA DIETA
Este es uno de los factores más importantes que se deben tener en cuenta, pues en los gatitos existe un comportamiento que es normal en los primeros meses de vida, conocido como síndrome voraz del cachorro (ocurre en el momento de la lactancia, en el que comen insaciablemente, se inflama el intestino y habrá colonización de bacterias, parásitos, etc.) y como consecuencia presentarán una diarrea explosiva. Es muy importante el tema de los huérfanos que están siendo alimentados con leche maternizada, la cual debe ser de muy buena calidad ya que se podría inducir a la cría a una diarrea por sobrecarga proteica o láctea; además muchos cachorritos podrían presentar intolerancia a la lactosa o a algún componente del alimento que se les esté proporcionando, aunque no sucede en todos los casos.
Cambios abruptos en la dieta, o gatitos que se están adaptando a la comida, pueden presentar el mismo signo pero, por el contrario, si son jóvenes o adultos y no les gusta casi comer, presentarán pérdida de peso y tendrán más probabilidades de sufrir diarrea por malabsorción (el gato no podrá asimilar, absorber o digerir los nutrientes presentes en los alimentos a lo largo del tracto gastrointestinal). Si se maneja otro tipo de dieta, como las caseras, se aconseja lavar muy bien alimentos como la carne, el pollo o las menudencias; así evitaremos la ingestión de quistes, huevos de parásitos o bacterias. Hay una gran diferencia entre el intestino del humano, el del perro y el del gato, siendo este último el más delicado.
Entonces, si no se maneja la dieta adecuada, se podría generar una gran variedad de enfermedades, como colitis (inflamación del colon) o una enteritis bacteriana invasiva (inflamación del intestino delgado causada por la ingestión de comida o agua contaminada con microorganismos) que, como resultado, si no es tratada a tiempo, podría llevar a la muerte de la mascota.
PARÁSITOS
Principalmente se diagnostican las giardias y las coccidias del género (isospora felis). Aunque existen otros parásitos que pueden ocasionar diarrea, estos son los más frecuentes en esta zona del mundo ya que estamos ubicados en el trópico, siendo una condición específica de Colombia, y por lo tanto es el ambiente propicio para su reproducción.
Las giardias y las coccidias (isospora felis)son pequeños protozoarios, habitantes normales del tracto intestinal de nuestros gatitos. Estos parásitos tienen varias etapas de crecimiento, pero las que causan enfermedad son los quistes, responsables de la infección, y los trofozoitos, encargados de ocasionar los signos, que se pueden encontrar en las heces de algún gato enfermo, en el suelo o en el agua que se encuentren contaminados.
BACTERIAS
No puedo dejar de lado las bacterias, principalmente la campylobacter, causante de infecciones intestinales, que es más común en gatos jóvenes. Muchos de ellos son asintomáticos (no presentan signos de enfermedad) pero el estrés, las enfermedades concurrentes o alguna situación ambiental pueden incrementar el riesgo, provocando diarreas débiles o muy severas.
VIRUS
Los que describiré a continuación presentan como signo común la diarrea. No se alarme, esto no indica que su gatito, cuando tenga un episodio de diarrea, esté presentando algún virus. Lo aconsejable en estos casos es llevarlo al médico veterinario de confianza para que sean realizados los respectivos exámenes de laboratorio y dé un adecuado diagnóstico.
Los siguientes virus son muy peligrosos para la vida de nuestros gatitos ya que algunos no presentan signos de enfermedad y se manifiestan cuando ya están en estado avanzado:Coronavirus felino. Es un virus que afecta principalmente a gatitos jóvenes y ocasionalmente a adultos; se puede presentar con más frecuencia en casas donde viven grupos numerosos, criaderos o guarderías. La infección presenta pocos signos, pero uno de los principales es la diarrea, la cual es crónica en la mayoría de veces. El virus se excreta en las heces de animales que parecen sanos y provoca una diarrea leve que está relacionada con el PIF (peritonitis infecciosa felina), que es una enfermedad mortal en los gatos, lo que no significa que los que sean diagnosticados con coronavirus necesariamente desarrollen PIF.
Leucemia felina. Es un cáncer que afecta a los glóbulos blancos, el sistema inmune del gato pierde fuerza y es incapaz de luchar contra otras enfermedades. El contagio se da más que todo en los que viven libres, durante peleas, cuando se lamen o comparten bebederos. No obstante, si su minino no sale de casa y no tiene contacto con otros las posibilidades de contagio son casi inexistentes.
Inmunodeficiencia felina. Afecta más que todo a los gatitos que viven en libertad, es el sida felino y su transmisión se produce por mordidas. La saliva lleva un alto porcentaje del virus y es posible también que en el momento del acicalamiento, socialización y cuando comparten bebederos se pueda transmitir.
Panleucopenia felina. Ataca a gatos de cualquier edad pero los más susceptibles son los menores de un año; es altamente contagiosa y se produce por contacto con otros gatitos que estén infectados, pulgas, heces o secreciones contaminadas.
OTRAS CAUSAS DE DIARREA, NO MENOS IMPORTANTES, SON:
Obstrucciones intestinales por bolas de pelo, masas (tumores), cuerpos extraños (juguetes, pepas, botones, agujas, etc.), intususcepción (deslizamiento de una parte del intestino dentro de otra), herniasAdministración de medicamentos que no se deben utilizar en gatosIntoxicaciones.
FUENTES DE INFECCIÓN Y DISEMINACIÓN
Estos organismos son de fácil transmisión. Si su gatito tiene contacto con algunos que presentan diarrea y hacen uso de una misma arenera es muy fácil que los quistes que quedan en las heces sean transportados en sus patas, subsistiendo en el medio ambiente. En este instante empiezan a diseminarse por el suelo de su casa y en lugares que frecuentan los gatos, contaminando objetos como comederos, bebederos, camas, juguetes, etc., y cuando se acicalan son ingeridos y comienza la infección. Otra forma es en momentos de estrés, cuando estos parásitos se desprenderán de las paredes epiteliales del tracto intestinal y aprovecharán que el gato se encuentra inmunosuprimido para causar la enfermedad.
Por último, la ingesta de agua contaminada o el contacto con heces infectadas, como en el caso de los que salen a la calle o viven en ella. La infección que es producida por estos parásitos, especialmente común en gatitos jóvenes de criaderos o en guarderías, no es necesariamente un signo de falta de limpieza. Es importante lavar muy bien los alimentos si tiene una dieta diferente para su minino ya que el pollo u otro tipo de carnes también son fuentes de infección.
¿QUÉ HARÁ SOSPECHAR QUE UN GATO ESTÁ ENFERMO?
Lo primero que se verá es diarrea –signo principal de giardiasis, coccidiosis, campylobacteriosis o alguna enfermedad viral– que será blanda o acuosa, de color café claro o verde, con presencia de sangre o moco algunas veces. El gatito va a estar decaído porque va a tener dolor abdominal o estomacal, dejará de comer si la carga de parásitos es muy grande y es posible que presente vómitos; perderá peso y presentará mayor esfuerzo al defecar, tendrá fiebre, deshidratación, anemia y debilidad. Este es el punto de partida para determinar cuál es la posible enfermedad que está padeciendo nuestro gato.
TRATAMIENTO
El tratamiento por seguir es variado. Si la diarrea es causada por cambio de dietas o estrés se recomendará ayuno no mayor a un día, hidratación y alimentos ligeros; si es originada por parásitos, bacterias o virus el manejo se hará con antiparasitarios, antibióticos, antiinflamatorios, para casos de inflamación intestinal, y cirugía, si se necesita la extracción de algún objeto o tumor.
Es de vital importancia, cuando se vea un cambio repentino en la actitud de un gatito o alguno de los signos mencionados, llevarlo donde el médico veterinario de confianza, lo que evitará que la enfermedad pase de aguda a crónica. Apoyados en un diagnóstico rápido y eficaz podremos identificar la raíz que está desencadenando la diarrea que afecta la salud del nuestro gato.