NOTAS CANINAS
Mi nombre es Carmenza Luna y mi edad es de 48 años. Soy una mujer como cualquier otra, con un esposo y dos hijos. Para algunos soy la loca de los perros y para otros un ángel que salva vidas.
No es coincidencia que hoy en día tenga a mi cargo 300 perros. Sencillamente mi corazón no puede ignorar el dolor y el sufrimiento que ellos padecen en las calles.
Mi compromiso emocional con estos seres se inició desde muy joven y se afianzó cuando en el 2008 comencé a llevar a los callejeritos a ser esterilizados en Zoonosis, donde, en medio de madrugadas de 4 de la mañana y largas filas, conocí a don Dieguito, un hombre que casualmente hacía lo mismo que yo para evitar la proliferación de los animalitos. 
Pero la problemática iba más allá de la proliferación y a nuestro paso también encontrábamos casos de maltrato, crueldad, hambre y desnutrición, perritos atropellados por automóviles, etc., situaciones que nos destrozaban el corazón, así que empezamos a llevar a nuestros rescatados a la casa de don Dieguito. Llegamos a tener cerca de 30 cuando reconocimos que era indispensable encontrar un lugar adecuado para refugiarlos.
La estabilidad era algo muy abstracto en nuestra realidad y fuimos desalojados más de cuatro veces. Durante 2013 y 2014 creímos haber encontrado la calma en un lugar apartado en Nocaima, pero desafortunadamente fuimos amenazados con intenciones de envenenar a los perritos y atacados incluso con disparos en las madrugadas.
En junio del 2014 nos mudamos a un sitio apartado y tranquilo en Sibaté, lugar al que llegamos con 70 perritos y hoy en día nuestro refugio alberga de forma segura y cómoda a 300 peludos.
Las circunstancias y la magnitud de esta obra me impulsaron a iniciar legalmente la fundación que lleva por nombre Peluditos con Futuro. Somos simplemente un puente para que estos seres nobles e inocentes encuentren la felicidad en sus vidas.
Hoy en día tenemos un proceso definido de rescate y rehabilitación, una metodología de recuperación física y psicológica y un objetivo claro y específico, que es lograr la adopción responsable de cada uno de nuestros peludos por parte de una familia amorosa y comprometida con el bienestar del animal por el resto de su existencia.
En la primera semana se desparasita, se vacuna, se inicia un proceso de refuerzo vitamínico y se determina un historial médico para asignar el tratamiento adecuado. Cuando se logra la estabilidad inmunológica se realiza la esterilización. Dos semanas después de este proceso son elegibles para ser adoptados. Pero, tristemente, muchos de ellos simplemente no consiguen ese sueño tan anhelado de formar parte de una familia.
A través de los años he tenido el apoyo de mi familia, en especial de mi hijo Jorgito, quien comparte conmigo el amor desmedido por los animales. También he tenido la suerte de conocer a muchas personas que se han convertido en partes fundamentales de esta noble labor, como Natalia, doña Fabi, Sonia, Josefina, doña Constanza, Silvia, Dieguito, Rachel, el doctor Néstor, con Fernanda y su equipo de la clínica Komondor; el doctor Burbano y su clínica Dog Sano; Bifrost, las doctoras Carolina y Adriana; Marcela y Carlos Niño, Carolina y Juan, de Socio Creativo; doña Elisa, doña Nidia, don Luisito, don Mario, doña Gloria y su esposo, y decenas más, quienes de una u otra forma hacen un gran esfuerzo por mantener viva esta iniciativa.
En el 2015 he tenido la gran bendición de iniciar una alianza con la Policía Nacional, originada en la división de la Escuela Metropolitana de Bogotá, y desarrollamos una campaña social activa de la que ellos y la fundación hacemos parte. Este proyecto está liderado por la brigadier general Mireya Cordon López, el teniente coronel José Arturo Sánchez Valderrama y el teniente Jorge Isaac Aguilar García, quienes han demostrado una sensibilidad particular ante el dolor que sufren nuestros animales domésticos en las calles y tienen un interés profundo en concientizar a la sociedad y en mostrar la cara positiva de una institución que trabaja por proteger nuestros derechos sociales sin olvidarnos de aquellos que no tienen voz.
La fundación Peluditos con Futuro ha encontrado hogar amoroso y definitivo a más de 670 perritos en los últimos cinco años. Hemos rehabilitado a más de 1.000 perritos con enfermedades serias o accidentes que han requerido cirugía. También hemos realizado cerca de 2.000 esterilizaciones de perros y gatos callejeros, que son patrocinadas únicamente por la fundación, proceso que incluye la logística del cuidado del posoperatorio.
Todos los días, sin excepción, me levanto con el reto de saber que esta lucha no da tregua, que miles y miles de animales siguen sufriendo en las calles y que detenerme es algo que no voy a considerar nunca. Mi sueño, aunque lejano, sigue siendo un sueño por el cual vale la pena luchar. Ver su mirada de agradecimiento después de estar a pocas horas de la muerte es el alimento de mi alma y de mi espíritu. Ver correr alegremente por los pastales del refugio a aquellos que un día levanté del concreto, atropellados y sin esperanza de volver a estar en pie, es todo el pago que necesito.
Quisiera invitar a toda la comunidad a ser parte del cambio, a convertirse en héroes a través de nuestra fundación. Un héroe es aquel que salva una vida y eso es lo que nosotros hacemos a diario. No es sencillo, por eso necesitamos tu ayuda y tu buen corazón. Puedes unirte a nuestra causa como voluntario en el refugio o en las jornadas de adopción. Puedes ser donante de comida, medicamentos o dinero. Puedes adoptar a tu nuevo mejor amigo. Puedes apadrinar a uno de nuestros peludos. Puedes difundir y educar a tu prójimo acerca de la problemática y el dolor profundo que viven estos seres.
Por un momento ponte en su lugar, y no digo en sus zapatos porque ni eso tienen. Nacer en la calle, con frío, con hambre, sin ropa ni comida, sin que alguien se tome el trabajo de voltear a mirar a un bebé recién nacido en esta situación, con una madre enferma y débil bajo las mismas circunstancias y a cargo de otros siete cachorros.
En mi opinión, nuestra sociedad debe sensibilizarse en cuanto al valor y el respeto por la vida. Muchas veces las superficialidades nos llevan a ignorar lo realmente importante y es eso lo que transmitimos a los niños. Cuando se trata de adquirir una mascota llevamos a nuestros hijos a la tienda a elegir la más tierna de la vitrina como si estuviésemos comprando un peluche. Estudios muestran que más de 38% de los padres que compran cachorros a sus hijos terminan abandonando el perro en su edad adulta, y no es sorprendente encontrar en las calles ejemplares “de raza” producto del impulso comercial del que ellos son víctimas. Una industria inhumana e inescrupulosa que esclaviza a los padres reproductores de los cachorros para que estos luego sean exhibidos en vitrinas. Tristemente cada vida representa más dinero en esta cruel industria.
Esta es la mentalidad que yo sueño con cambiar. Cualquier persona puede comprar un perro, pero ¿cuántas pueden salvar una vida?
Un perrito no entiende de diferencias o discriminación. Ellos siempre tendrán todo su amor disponible para ti, sin importar si eres de raza pura española o un criollo mestizo. No permitas que tus ojos gobiernen tu corazón y tu conciencia; que tu mirada no te deje ignorar lo verdaderamente importante. Somos humanos por una razón: muchas especies tienen ojos, ¿pero cuántas tienen sentimientos y raciocinio?
Si deseas ser parte de esta obra, que engrandecerá tu alma y hará vibrar tu corazón, puedes contactarnos por medio de Facebook en Peluditos con Futuro. Hay mucho por hacer y ellos esperan por ti. Me puedes contactar al 321 330 6073.
Nota: La fundación Peluditos con Futuro lleva a cabo una rifa para recolectar fondos para la compra de una casa prefabricada adicional para adecuar un espacio cálido para los peludos en tiempo de invierno. El premio mayor son dos millones de pesos, el segundo es un millón y el tercero son 500.000 pesos. Juega con la lotería de Boyacá el 17 de octubre y tiene un valor de 7.000 pesos. Comunícate con Peluditos con Futuro para ayudarnos a vender boletas o para adquirir las tuyas.
