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Sabueso Fino Colombiano

Sabueso Fino Colombiano El Sabueso Fino Colombiano, también conocido como sabueso tinajero, chapolo, bramador y aullador.


¿QUÉ ES UN FINO COLOMBIANO?


Es una raza proveniente de un grupo étnico de perros que, como lo definiría la Real Sociedad Canina Española, “es una población canina que comparte rasgos propios, tanto físicos como funcionales, que se han venido fijando por selección utilitaria a lo largo de los años”. Es decir, que es un sabueso que aparentemente se ha desarrollado a partir de los perros de cacería que llegaron, principalmente de Europa, desde la época de la conquista y que gracias a las peculiaridades en uso y las adaptaciones a nuestro entorno fue evolucionando hasta convertirse en el perro de caza por excelencia de los campesinos colombianos.Reconocido en el ámbito cinegético desde siempre, y presente en la memoria de campesinos y gente del común que haya tenido o conserve lazos con la vida del campo, es rastreable memorísticamente desde hace unos 200 años y se ha desempeñado como cazador de diferentes tipos de animales, principalmente roedores y de pelo, como tinajos, ñeques y chigüiros. Gracias a su poderoso olfato y a su adaptación a nuestras latitudes su difusión es amplia y se le puede encontrar en toda la geografía nacional, y sin pertenecer a una raza reconocida a nivel internacional es diferenciado por las comunidades campesinas de los demás perros criollos por sus aptitudes y fenotipo, lo que lo convirtió en el candidato perfecto para convertirse en la primera raza canina colombiana. 


Según referencias se pueden nombrar algunos focos genéticos, como el río Magdalena, la hoya del río Suárez, Antioquia y Eje Cafetero, Llanos Orientales, Valle del Cauca, Nariño y la Costa Atlántica. Si bien mucha gente lo reconoce y aún se le puede ver sentado en el portal de las casas de campesinos o a la orilla de las carreteras, su población es cada vez menor y más vulnerable (por lo menos en variantes puras) y el fenotipo del que hablaban los abuelos y cazadores de antaño se está perdiendo por el cruzamiento o el desplazamiento por razas extranjeras más populares.


La cacería dio origen a esta variedad canina y la concepción y su extinción están sujetas a que se pueda utilizar para lo que fue hecha, no obstante estas actividades son sancionadas en la actualidad y la única manera para que sobreviva, se salvaguarden la historia y el impacto sociocultural del perro en la vida y tradición campesina colombiana es procurar su difusión dando a conocer su historia y trabajar por su desarrollo.


¿CUÁL ES SU APARIENCIA, CONFORMACIÓN GENERAL Y TEMPERAMENTO?


El fino es una raza de sabueso que a primera impresión se ve como un animal de líneas armoniosas, un rastreador aullador de fino olfato y muy buena voz, con cuerpo rectangular y tamaño medio, altura a la cruz que varía entre 45 y 55 cm, ojos almendrados, orejas largas, mordida en tijera (aunque se acepta pinza), su piel generalmente es suelta y de pelo liso muy fino (aunque esto varía según la zona geográfica), regularmente con papada (pero sin exagerar), la cola es larga en forma de sable que se va adelgazando a medida que llega a su extremo caudal, se puede encontrar en todos los colores, siendo un digno representante de la multiplicidad cultural y genética de nuestro país.



En cuanto a su temperamento, se puede decir que es un perro muy noble, despreocupado y dulce, completamente complaciente y cariñoso con las personas sin importar si es o no su amo. No es agresivo y tiene gran disposición para el trabajo, es resistente y eficiente para cumplir con su labor durante las largas jornadas de cacería y en casa se comporta como cualquier perro faldero. Sin embargo es importante aclarar que son perros activos que deben hacer ejercicio, de cachorros son muy vocales y un terremoto como cualquier sabueso. 


¿CUÁL ES EL PROYECTO?


El principal propósito era que las organizaciones oficiales, tanto a nivel nacional como internacional, es decir ACCC (Asociación Club Canino Colombiano) y FCI (Fédération Cynologique Internationale), reconocieran y avalaran la primera raza canina del país con ayuda de los campesinos, cinófilos colombianos y con el soporte académico de la Universidad Nacional de Colombia, realizando un consenso de acuerdo con lo visto en los viajes de caracterización.


Los primeros objetivos ya se han cumplido, siendo la primera raza canina colombiana reconocida por la Asociación Club Canino Colombiano (ACCC) desde mediados del primer semestre de 2015.


Con la Universidad Nacional se ha continuado el proceso para el conocimiento y desarrollo de estos sabuesos. Para conseguirlo se han identificado y analizado perros a lo largo y ancho del país (La Guajira, Magdalena, Cundinamarca, Tolima, Caldas, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Boyacá, Santander y Antioquia, entre otros departamentos) de acuerdo con la investigación y pruebas que se han recogido desde cuando se comenzó con la idea y, pasados por estadística, se ha logrado desarrollar un estándar preliminar para la raza para así dar un norte a la homogenización y estabilización de los parámetros fenotípicos y genotípicos de los individuos, llevando a cabo un acompañamiento a los campesinos y demás personas interesadas en su desarrollo. También se ha fundado la Asociación Club del Sabueso Fino Colombiano (CSFC) para promover su mejoramiento y cría registrada en acompañamiento del ACCC, produciendo paralelamente el registro de los individuos y de sus camadas, adelantando una base de datos que permita llegar posteriormente a su reconocimiento internacional.

 


¿CUÁL ES LA MOTIVACIÓN?


El interés surgió por el entusiasmo que desde chico me han generado las razas de perros, también por ser el vivo reflejo de la actividad del hombre a través de la historia, porque cada raza de un país narra una tradición y es un patrimonio cultural importante que hay que proteger y valorar.


Navegando por internet me encontré con este sabueso, del cual no había oído hablar pero que, curiosamente, había visto e incluso compartido con algunos ejemplares desde pequeño –pero que consideraba un mestizo más, sin ninguna trascendencia–. Entonces me contacté con el señor Chejo Marín, quien tenía la idea del reconocimiento del ‘sabueso tinajero’ desde hace ya mucho tiempo y me lo planteó como un proyecto en conjunto con la Universidad Nacional.


Poco a poco se fueron sumando otras personas (afortunadamente para mí relacionadas con la cinófilia de este país y amigos de la universidad con gustos similares) y pienso que se ha corrido con mucha suerte porque la idea lleva relativamente poco tiempo y siento que se han hecho grandes avances gracias a la gente que ha colaborado. Me hace feliz primordialmente el trabajo de sensibilización acerca de la existencia de la variedad canina y el aporte que pueda estar haciendo desde mi formación profesional y personal a la conservación de este maravilloso perro y a salvaguardar su historia y tradición en la cultura nacional.


Muchas veces estos trabajos se dejan de lado porque poseen valores intangibles que mucha gente no percibe y, aunque se han hecho intentos, no se había podido cristalizar el sueño de una raza canina oficial que nos represente en el mundo. En Colombia, indudablemente, se han perdido algunas variedades de perros, probablemente muchas ni siquiera se reconocieron y pasaron inadvertidas, entonces no hay que dejar que pase lo mismo con nuestros olvidados cazadores, que hasta la actualidad se han mantenido al pie del campesino, cumpliendo todavía con su labor zootécnica y procurando por el bienestar de sus dueños. Se han ganado un puesto en la vida y la rutina de los colombianos y es importante que nos preocupemos por ellos y saquemos la raza adelante, pudiendo esto tal vez servir para impulsar otras en nuestro país.



¿CUÁL ES EL ESTADO DEL PROYECTO?


Básicamente estamos comenzando. Ya se ha hecho algo de extensión sobre la existencia y el valor del perro en algunas comunidades campesinas, un eco importante (diría yo) en la sociedad cinófila nacional y algo de difusión en los medios de comunicación, pero todavía falta mucho terreno por cubrir y muchos viajes por hacer, datos por analizar y muchos perros que ver y registrar.


Desde el inicio sabíamos que para cristalizar esta idea se requerían años de trabajo responsable y meticuloso. Es indispensable el apoyo del gremio cinófilo, pues ellos son los que saben y no es un secreto la calidad de ejemplares y exposiciones caninas que se organizan en el país. Afortunadamente para el proyecto muchas personas del gremio están participando y cada vez son más los que unimos fuerzas y, por supuesto, la ayuda de los campesinos, que son quienes han mantenido los perros durante todos estos años y conocen sobre ellos más que nadie.


La Universidad Nacional pretende seguir brindando el apoyo y enfocar la iniciativa de una manera más socializada debido a que en los viajes que se han realizado se manifiesta la necesidad de prestar atención a los perros, ya que muchas veces es triste ver su estado sanitario y físico, por lo que creemos importante prestar algún servicio social a dichas comunidades con sus caninos y cuando podemos lo hacemos.


Ya creada la asociación de criadores podemos seguir trabajando y dando trascendencia y norte al desarrollo del Sabueso Fino Colombiano, que es un proyecto de gran envergadura y sin institucionalidad y apoyo no se podría llegar a ningún lado. Entre tanto se seguirán buscando los perros, midiendo, caracterizando y registrando los ejemplares que vayamos encontrando que cumplan con las características que deseamos salvaguardar para dar forma al ideal de la raza. Creemos que las nociones están claras y consideramos que vamos por muy buen camino.



Invitamos a las personas que estén interesadas, tengan información, ejemplares o aportes a comunicarse con nosotros ya que la idea es construir y llevar a cabo el proyecto entre todos. Cualquier contribución es siempre bienvenida.