Son como hijos y algún signo de enfermedad, por mínimo que sea, nos alarma e inmediatamente pensamos en que algo anda mal. Acudimos al médico veterinario de confianza y a las ayudas que proporcionan los exámenes de laboratorio clínico de rutina o preventivos que él ordene, los cuales se convierten en una herramienta fundamental para diagnosticar diferentes patologías, establecer tratamientos para el paciente, realizar su seguimiento o, sencillamente, percatarnos de si está en condiciones óptimas para ingresar a un procedimiento quirúrgico. Es preciso hacerlos ya que muchas enfermedades son propias de la raza, la edad o silenciosas y solo las evidenciamos cuando ya están muy avanzadas y es importante que sepamos el porqué y para qué debemos realizarlos.
“Los exámenes de laboratorio están indicados para gatos que padecen alguna enfermedad, para poder realizar un procedimiento quirúrgico y como control para los que aparentemente están sanos. Se recomienda realizarlos cada seis meses como mínimo”
Estos son algunos de los exámenes que su médico veterinario puede solicitarle para guiarse en un diagnóstico de enfermedad o simplemente de rutina o control:
Cuadro hemático (hemograma). Determinará estados fisiológicos, bioquímicos, como una enfermedad producida por virus o bacterias; eficacia del tratamiento (drogas), contenido mineral y función de órganos. Es un análisis en el que se miden los porcentajes de células de la sangre, como son la serie roja o eritrocitaria y la serie blanca o leucocitaria. Estos son algunos de los parámetros que se evalúan:
Serie roja o eritrocitaria
Hematocrito. Indica el porcentaje de volumen de sangre total compuesta por glóbulos rojos; determina si el paciente presenta algún tipo de anemia, deficiencia dietaria, leucemia u otra afección médica
Hemoglobina (proteína), componente de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a través del cuerpo, determina si el paciente está presentando o no algún tipo de anemia, deficiencia dietaria, sangrado, enfermedades hepáticas o renales, etc.
Serie blanca o leucocitaria. Es la encargada de la defensa contra algún tipo de infección, contribuyendo en la destrucción de microorganismos (neutrófilos, eosinófilos, monocitos, basófilos) y como productora de anticuerpos (linfocitos). El aumento de la serie blanca es conocida con el nombre de leucocitosis, que puede ser fisiológica (estrés, preñez, calor, deshidratación, dolor intenso, traumatismos, vacunas, fármacos, etc.) y patológica (virus, bacterias y tumores).
Serie plaquetaria. De vital importancia porque participa en la formación de coágulos sanguíneos y en la reparación de vasos sanguíneos dañados, deteniendo la hemorragia, conocido como tapón plaquetario. Si está aumentada (trombocitosis) podríamos pensar en un proceso de enfermedad transitorio o de tipo crónico en casos de hemorragia, pero si está disminuido (trombocitopenia) nos llevará a indagar por un proceso infeccioso.
Glicemia. Al realizar este examen se medirá la cantidad de azúcar, llamada glucosa, que es una fuente importante de energía para el cuerpo, en una muestra de sangre. Lo ideal es realizarlo en ayunas y un alto nivel de azúcar (hiperglicemia) puede producir sed insaciable y necesidad frecuente de consumir agua. Un nivel bajo de glucosa (hipoglucemia) puede llegar a producir hambre de forma repentina, debilidad, problemas en la visión, descoordinación, cambios en el comportamiento y convulsiones.
Coprológico. El estudio de muestras fecales ayuda a determinar si el mal funcionamiento digestivo se debe a infecciones intestinales de tipo parasitario, bacteriano, vírico, de tipo fúngico (hongos) o que simplemente algún alimento que no está siendo digerido causa la afección. Notará, si su gato está presentando algún tipo de dolencia de tipo intestinal, cambios en la consistencia de las heces, que pueden ser blandas no formadas, acuosas, mucoides o sanguinolentas y, por el color, pueden ir desde café claro a amarillo claro y cuando son bebés la tonalidad es lechosa y, por último, el olor característico es demasiado fuerte y fétido. La muestra es de fácil recolección y en el caso de los gatos se aconseja tomarla de la arenera en un tarro de coprológicos pero, si no se tiene a la mano, en una bolsa, si es posible con la menor cantidad de arena. Es importante, si no se puede llevar inmediatamente a la veterinaria, refrigerarla, pues no puede tener más de un día de recolectada ya que su contenido bacteriano muere en un par de horas y no serviría para realizar un diagnóstico certero.
Uroanálisis (parcial de orina). Ayuda a detectar enfermedades de tipo renal (funcionamiento de los riñones), del tracto urinario o sistémica; infecciones si el paciente presenta cálculos (cristales), diabetes o alguna enfermedad de no muy buen pronóstico. ¿Cómo notará si su gato está presentando algún tipo de afección renal? Por lo general observará que tendrá dificultad al orinar (pasa mucho tiempo en la arenera) y toma mucha agua. Aunque en gatos es difícil identificar si padecen algún trastorno urinario, estos son algunos signos que podrían ayudar a identificarlo. La muestra es de difícil recolección.
Raspado de piel. Las enfermedades de piel son una de las razones más comunes por las que son llevados los gatos a consulta. Este examen es sencillo de efectuar y no es muy traumático (debe realizarlo un profesional), la piel presenta limitadas reacciones debido a que los procesos cutáneos tienen una presentación muy parecida. ¿Qué podemos determinar, entonces, con este examen? Problemas fúngicos (hongos), los más comunes en gatos; enfermedades parasitarias (sarnas) causadas por cheyletiella, sarcoptes o demodex, y problemas alérgicos o de tipo hormonal. ¿Cuáles son los signos que verá en el gato? Se rasca mucho (prurito) y, seguido a esto, pérdida de pelo, descamación, costras, etc.
Prequirúrgico. Es solicitado en la mayoría de los casos antes de realizar un proceso quirúrgico, aunque también es utilizado para diagnosticar de forma rápida alguna dolencia que se sospecha exista o, simplemente, para realizar el seguimiento a un enfermo. Este examen ayudará a identificar si el paciente está en óptimas condiciones para entrar a cirugía, es decir, indica si está bien o tiene algún problema de salud. También determina, igual que el cuadro hemático, estados fisiológicos, bioquímicos, como una enfermedad producida por virus o bacterias y, adicionalmente, el estado en el que se encuentran hígado y riñón, pero, ¿cómo se evalúa?
La enzima ALT (alanina aminotransferasa) se encuentra principalmente en el hígado y por medio de ella se comprobará el estado de este órgano. Se encuentra en bajos niveles en la sangre, pero cuando el hígado está enfermo o dañado se libera al torrente sanguíneo y estará por encima del rango máximo. En pocas palabras, se halla aumentada, y por esta razón es de suma importancia ya que los anestésicos por utilizar serán metabolizados en este órgano. La otra enzima que se mide en un prequirúrgico es la creatinina y se realiza para evaluar el funcionamiento renal (riñones). Si los niveles se encuentran en el rango normal se podrá realizar la cirugía, pero si están aumentados nos revelarán que se está eliminando menos a través de la orina, indicando de esta manera algún problema renal y, por consiguiente, el anestésico no será eliminado de forma adecuada por el cuerpo del gato. Todos estos datos deben ser considerados por el médico veterinario antes de realizar la cirugía y él será quien tomará la decisión de realizarla o no.
Hemoparásitos. Con este análisis se diagnostica una infección parasitaria en sangre producida por una bacteria (ricketsia), conocida como mycoplasma haemofelis, que se ubica en los glóbulos rojos y es transmitida por la pulga, un parásito externo.
Otros exámenes solicitados más especializados
Prequirúrgicos con más de dos enzimas. Este examen es más completo, también consta de cuadro hemático (hemograma) y análisis de enzimas. Suele solicitarse cuando se sospecha alguna enfermedad específica y se realiza el estudio detallado enzimático de uno o varios órganos que se sospeche estén afectados bajo criterio médico.
Citologías ótica, óptica, PAAF (punción aspiración con aguja fina), análisis de líquido abdominal, pleural, torácico, etc. Es un método relativamente no invasivo y rápido en el momento de la toma de la muestra y permite observar la estructura, morfología celular y, en algunos casos, bacterias, parásitos y hongos. Se pueden tomar muestras de varias zonas del cuerpo pero las más rutinarias en gatos son:
La citología ótica (oídos) permite diagnosticar ácaros, el más común es el otodectes cynotis; hongos o levaduras como malassezia spp, y bacterias grampositivas o gramnegativas, como estafilococos ¿Cómo saber si el gato puede estarlos presentando? Fíjese si tiene cera en exceso, por lo general es de color café oscuro, acompañada de un olor fétido. Los ácaros en el oído causan irritación y, por consiguiente, prurito. Si agita la cabeza con frecuencia y la inclina hacia un lado, estas señales le indicarán que es el momento de llevarlo al médico veterinario
Citología óptica (ojos). Es realizada en casos de irritación y secreción de cualquier tipo, por lo general purulenta, determina la causa de los signos mencionados y puede ser producida por bacterias
PAAF (punción aspiración con aguja fina). Es un examen poco invasivo y si es realizado correctamente se pueden obtener muestras de órganos o nódulos en los cuales se observan células que ayudarán a determinar de dónde provienen (origen), si son benignos y, en el peor de los casos, si son de proceso maligno
Análisis de líquido abdominal, pleural, torácico, etc. Este tipo de examen debe realizarse lo más pronto posible después de ser extraída la muestra ya que las células se deterioran fácilmente y deben someterse a un conteo. Al igual que las otras citologías, nos ayuda a identificar agentes infecciosos de tipo bacteriano virulento o procesos de diagnóstico reservado.
Prueba de leucemia felina. Es un cáncer que afecta los glóbulos blancos, el sistema inmune del gato pierde fuerza y es incapaz de luchar contra otras enfermedades. El contagio se da más que todo en gatitos que viven libres, durante peleas y cuando se lamen o comparten bebederos. No obstante, si su mascota no sale de casa y no tiene contacto con otros gatos las posibilidades de contagio son casi inexistentes.
Prueba de inmunodeficiencia felina. Este virus afecta más que todo a los gatitos que viven en libertad, es el sida felino. Su transmisión se presenta por mordidas, pues la saliva lleva un alto porcentaje del virus y es posible que, en el momento del acicalamiento, socialización y cuando comparten bebederos se pueda transmitir.
“El diagnóstico oportuno de una enfermedad, apoyado por exámenes de laboratorio certeros, es una gran herramienta para el médico veterinario, quien de esta manera podrá instaurar un tratamiento acertado y a tiempo para nuestro gato”