NOTAS FELINAS
Salud

Hemoparasitos: un problema que cada día nos confu

Hemoparasitos: un problema que cada día nos confu Como lo habiamos prometido, en esta edición continuamos con este tema tan importante en la salud de nuestros gatos.


SIGNOS

Los signos son compatibles con lo que expliqué en la anterior edición número 3. Los glóbulos rojos son los encargados en mayor medida del transporte de oxígeno, si lo ponemos en contexto y con sentido común, si el glóbulo rojo es el que lleva el oxígeno y si el cuerpo se está autoatacando, el primer signo sería la respiración acelerada para poder captar más oxígeno del ambiente. De esta manera el corazón, que es el capitán del sistema cardiovascular, se acelera para poder enviar más glóbulos rojos para suplir esta ausencia de oxígeno, lo que nos traerá como signo consecuente el aumento de la frecuencia cardiaca. Ahora bien, no solo los glóbulos rojos transportan oxígeno, también llevan con ellos proteínas en su interior, y estas proteínas junto con otros factores son los que le dan el color rojo a la sangre. Al destruirse salen de allí estos pigmentos permitiendo que vayan por todo lado, siendo uno de estos lugares la piel, la cual va tomando un tono amarillo que lo denominamos ictericia (hace parte del síndrome ictérico felino) lo que dará lugar a ver el gato con todas las mucosas y la piel de color amarillo.


El cuerpo siempre reaccionará ante cualquier tipo de ataque o daño que ocurra en él, y como este agente es tan agresivo hace que los mecanismos de defensa se disparen y generan cambios en el cuerpo para poder atacar. Uno de ellos y el más importante es la temperatura, la cual se elevará por encima de 40,1 grados centígrados (la temperatura normal de un gato es de 37,5 – 39,0) haciendo que el gato se sienta mal, las histaminas que son los mensajeros del cuerpo se activan avisándole al cuerpo que es mejor guardar energía para poder luchar contra este ejército maligno, lo que hace que el gato baje todos sus procesos a niveles basales y entonces el gato se quedará más quieto, lo que nosotros traducimos a que el gato está deprimido, hipodinámico, no juega y ya no es el mismo.


Existe un signo muy importante que nos dimos cuenta en la práctica diaria en nuestra clínica y es que el gato presenta movimientos repetitivos en la piel como si tuviera comezón, esto se debe a la liberación masiva de histamina y una hípersensibilidad, la pérdida de peso es muy rápida ya que el gato está luchando contra el mismo y no ingiere los mismos alimentos o con la misma frecuencia porque el cuerpo está tratando de consumir la menor energía posible para agotarla en el ataque contra la Hemobartonella. Estos parásitos hacen que en el cuerpo también ocurran daños a nivel de los vasos sanguíneos y articulaciones por producir lo que nosotros llamamos perivasculitis y poliartritis lo que produce dolor a nivel articular y cambios en órganos importantes como el riñón y cerebro.


DIAGNÓSTICO

Dentro del diagnóstico de esta enfermedad existen varias pruebas con las cuales se puede calificar, lo que sí es muy difícil es cultivarlo por lo que les contaba que el parásito es muy lábil (vulnerable a los cambios de temperatura) y no es muy resistente a otro medio que no sea la sangre. Con un frotis sanguíneo y un cuadro hemático lo podemos diagnosticar, esto sí deberá ser realizado a manos de un profesional médico veterinario y zootecnista, quien tomará la muestra o un especialista en laboratorio clínico, quien será el encargado de analizarlas y darnos el resultado de la muestra.Estos signos son compatibles y hacen parte de los diferenciales de varias enfermedades, pero las más importantes y es desde aquí donde yo tomo la decisión de ahondar más en el tema son: el PIF (peritonitis pleuritis infecciosa felina) y las pancreatitis por los mismos signos y su similitud en los resultados de laboratorio. Desafortunadamente para el PIF no existe un prueba diagnóstica que certeramente lo asegure.


Es de recalcar que existen signos que se pueden llegar a confundir y pueden enmascarar en enfermedades aun más graves que el mycoplasma haemofelis (Hemobartonella), por lo tanto el gato debe ser siempre visto por un médico veterinario para que lo pueda valorar y descartar otras enfermedades letales.


TRATAMIENTO

Luego de tener la confirmación de la presencia del parásito por laboratorio procederemos a administrar antibióticos, antihistamínicos y antiinflamatorios intravenosos para atacar al parásito muy rápido y agresivamente. Luego de una corta estadía en la clínica el gato se deberá ir para la casa a continuar con su tratamiento.


EVOLUCIÓN

La evolución de los pacientes luego de ser avaluados a tiempo y después del tratamiento ideal es casi en un 90 por ciento rápida y el cambio se nota muy pronto. Hay algunos gatos a los cuales el diagnóstico se hace más difícil y por lo tanto el tratamiento se complica como es el caso en el que estén comprometidos ya con una enfermedad de base, que impida administrar los tratamientos de elección primaria.


Lo terrible de esta enfermedad es que ya una vez instalado el parásito en el gato es muy difícil que salga, solo se controla con medicación y es poco probable que repita una crisis pero puede llegar a pasar. Si el gato es portador lo mejor es recurrir a las terapias inmunes estimulantes, las cuales junto con las terapias alternativas y el exceso de amor son las que más me funcionan.


Para concluir el tema y como recomendación general, aislar a los gatos de las pulgas un ciento por ciento es casi imposible pero se pueden controlar, existen múltiples opciones en el mercado con las cuales lo podemos proteger y controlar. Para la casa con controladores naturales los podemos mantener pues no son nocivos para los gatos, y una excelente nutrición y buen trato mantendrán los niveles de defensas óptimos para evitar la reinfestación o la contaminación. Hoy por hoy se considera el mycoplasma como un habitante natural del cuerpo de los gatos, lo que quiere decir que conviviremos con ellos, no existe tratamiento preventivo pero es vital saber que solo es con diagnóstico y se tratará al animal, cuando expresa los signos y se ve y comprueba en el laboratorio, de lo contrario no se trata.